Panamá lanza advertencia a Nicaragua por actividades políticas en su embajada: el caso de Ricardo Martinelli

Panamá lanza advertencia a Nicaragua por actividades políticas en su embajada: el caso de Ricardo Martinelli

José Raúl Mulino, presidente de Panamá, informó el jueves que su gobierno había emitido una advertencia oficial al gobierno de Nicaragua sobre actividades en la Embajada de Panamá, donde el ex presidente Ricardo Martinelli está pidiendo asilo político. Mulino confirmó que la solicitud fue presentada directamente, no su canciller, Javier Martínez Acha, enfatizando la importancia de mantener el centro diplomático dentro del marco especificado por las convenciones internacionales.

«Es importante que esta embajada se use únicamente para lo que es como refugio, no como un lugar de actividad política», dijo Mulino en una conferencia de prensa semanal. «No podemos permitir que una sola embajada se convierta en un centro de actividad política-propolítica, ya sea contra cualquiera o contra nadie».

El presidente de Panamá también señaló que esta es la primera advertencia oficial de este tipo y que se espera que el gobierno de Nicaragua responda. “Espero que la República de Nicaragua entienda esto. «Esta es nuestra primera advertencia sobre esto», dijo. Sin embargo, Mulino señaló qué medidas podrían tomarse si Nicaragua no cumpliera con esta solicitud.

El ex presidente Martinelli, que gobernó Panamá entre 2009 y 2014, se ha asignado a la embajada de Nicaragua desde febrero de este año después de ser sentenciado a más de 10 años de prisión por el nuevo caso de negocios, acusado de dinero. lavado. Martinelli declaró que era inocente y que fue víctima de la persecución política, y su portavoz Luis Eduardo Camacho se repitió.

Está surgiendo un conflicto diplomático

La decisión de Mulino de dar esta advertencia refleja la creciente incomodidad del gobierno de Panamá sobre el uso de la sede diplomática de Nicaragua. Según el presidente, el objetivo de crear conciencia es cumplir con los acuerdos internacionales sobre el asilo político.

“Esta no es una decisión ligera. En un idioma diplomático, el embajador del Ministerio de Asuntos Exteriores es una señal de que el problema es grave «, explicó Mulino, refiriéndose a la reunión con el Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá con el embajador de Nicaragua.

Sin embargo, el Presidente no ocultó su frustración al «llamar a Nicaragua un país que no tiene Dios ni ley», refiriéndose al hecho de que el diálogo con el gobierno no es fácil. «Tenemos que entender que no estamos tratando con un país ordinario que respeta el derecho internacional», agregó Mulino, refiriéndose a las dificultades de tratar este tipo de tensiones diplomáticas.

Antecedentes políticos de Martinelli

Ricardo Martinelli, una figura polarizada en la política de Panamá, ha sido procesado y los procedimientos judiciales desde que dejó la presidencia en 2014. Estaba buscando un refugio en la embajada por su reciente condena del nuevo caso de negocios. Nicaragua en Panamá, que también tiene controversia a nivel nacional e internacional.

A pesar de los cargos en su contra, Martinelli retuvo su inocencia y clasificó al poder judicial como una persecución política organizada por sus oponentes. La presencia de la embajada en Nicaragua ha criticado las críticas en los sitios de redes sociales y los medios de comunicación, donde señalaron que usar el estatus de refugiado del ex presidente podría influir en la política de Panamá desde el extranjero.

CNN ha tratado de comunicarse con el portavoz de Martinelli, Luis Eduardo Camacho, para recibir una reacción oficial al gobierno de Panamán, pero no se recibió ninguna respuesta. Del mismo modo, la embajada de Nicaragua en Panamá se negó a comentar, alegando que su gobierno no autorizó la cuestión del tema.

Buen equilibrio diplomático

El asilo político es un derecho reconocido internacionalmente a ser gobernado por acuerdos destinados a proteger a aquellos que están expuestos a una persecución injusta en su país de origen. Sin embargo, la interpretación de estos acuerdos puede ser diferente y el caso de Martinelli probó la relación entre Panamá y Nicaragua.

La advertencia de Mulino parece ser un intento de establecer límites claros para el uso de la embajada en Nicaragua, pero también refleja la creciente frustración dentro del gobierno de Panamá, que se considera una intervención en la política interna del país.

Por el momento, el gobierno de Panamá ha elegido una posición cuidadosa y se limita a una advertencia inicial. Sin embargo, Mulino dejó la oportunidad de tomar medidas más estrictas si Nicaragua no reaccionó satisfactoriamente. «Confiemos en que sucede, y luego actuaremos», dijo el presidente, señalando que este es solo el primer paso en el proceso que puede escapar en ausencia de un conflicto.

Impacto en la relación entre Panamá y Nicaragua

El caso Martinelli no solo colocó la embajada de Nicaragua en Panamá, sino que también hizo relaciones bilaterales entre los dos países. Las declaraciones de Mulino, que clasificaron a Nicaragua como un país que no respeta el derecho internacional, pueden complicarse aún más por las declaraciones de Mulino.

Por otro lado, Nicaragua no dio una respuesta oficial a la advertencia del gobierno de Panamá, lo que deja el aire en el aire para resolver el conflicto rápidamente. Sin embargo, la falta de medida puede interpretarse como un desafío para la solicitud de Panamá, lo que puede conducir a una mayor tensión.

Un caso que comparta sus revisiones

La situación también provocó opiniones compartidas dentro de Panamá. Si bien algunos sectores apoyan la posición del gobierno de Mulino para respetar los acuerdos internacionales, otros creen que el tratamiento de Martinelli está politizado y puede tener consecuencias negativas para la imagen del país en la escena internacional.

En cualquier caso, el futuro de este debate depende en gran medida de cómo reaccionan las partes. Parece que Mulino es una prioridad para respetar los estándares diplomáticos y proteger la soberanía de Panamá. Sin embargo, el camino hacia la solución final sigue siendo incierto, y el caso de Ricardo Martinelli continuará siendo un debate en Panamá y Nicaragua.