La postura estricta del presidente Donald Trump respecto a la inmigración, ya sea legal o no autorizada, está suscitando inquietudes acerca de sus potenciales repercusiones desfavorables en la economía estadounidense. Desde que comenzó su mandato a inicios de 2025, Trump ha endurecido las políticas para limitar la llegada de inmigrantes, una de las promesas fundamentales de su campaña electoral. No obstante, especialistas señalan que estas acciones podrían provocar efectos negativos, como la escasez de trabajadores, un debilitamiento del crecimiento económico e incluso un incremento en la inflación.
Límites que afectan a la inmigración regular e irregular
Entre las acciones promovidas por Trump están la restricción a las solicitudes de asilo en la frontera sur y la cancelación de vuelos para refugiados ya aprobados. Estas determinaciones, sumadas a un discurso más agresivo hacia los inmigrantes, han generado un clima más adverso que podría desanimar incluso a aquellos que intentan entrar al país legalmente.
Jorge Loweree, director ejecutivo de programas en el American Immigration Council, expresó que las políticas vigentes pasan por alto la necesidad de Estados Unidos de la fuerza laboral inmigrante, crucial para diversas industrias. «La verdad es que este país depende de los trabajadores inmigrantes, y las políticas de Trump podrían traer grandes repercusiones para numerosas industrias», declaró Loweree.
Aunque su discurso ha sido rígido, Trump ha tratado de balancear su enfoque limitante con propuestas como la creación de un programa de visa de «tarjeta dorada», diseñado para captar extranjeros adinerados. Sin embargo, los analistas indican que estas medidas no compensan la reducción anticipada en la inmigración legal a causa del ambiente restrictivo.
Trabajadores inmigrantes: una pieza clave para la economía
La inmigración legal a Estados Unidos, que llegó a 2.8 millones de personas en 2024, constituye el 84% del aumento poblacional del país, de acuerdo con cifras de la Oficina del Censo. Este incremento es esencial en un escenario donde la población estadounidense envejece aceleradamente y la tasa de natalidad está disminuyendo.
Sectores como la construcción, la agricultura y la salud se sustentan en gran medida gracias a los trabajadores inmigrantes. De acuerdo con Giovanni Peri, profesor de economía en la Universidad de California, Davis, las políticas restrictivas podrían agudizar la falta de personal, lo que a su vez incrementaría los costos en áreas esenciales como alimentos, vivienda y turismo. «Con un futuro que verá un incremento en el número de jubilados estadounidenses, un aumento en la inmigración beneficiaría considerablemente al mercado laboral y al desarrollo económico», señaló Peri.
Industrias como la construcción, la agricultura y la salud dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante. Según Giovanni Peri, profesor de economía en la Universidad de California, Davis, estas políticas restrictivas podrían intensificar las escaseces de personal, lo que a su vez elevaría los costos en sectores clave como alimentos, vivienda y turismo. “En una situación en la que habrá muchos más estadounidenses jubilados, más inmigración realmente beneficiaría al mercado laboral y al crecimiento de la economía”, explicó Peri.
Repercusiones económicas y sociales
Las consecuencias económicas de estas políticas ya se hacen notar. Según el American Immigration Council, los inmigrantes en Estados Unidos cuentan con un poder adquisitivo de 1.7 billones de dólares y aportan 652 mil millones de dólares en impuestos. No obstante, la represión migratoria podría disminuir estas cifras, impactando directamente en el Producto Interno Bruto (PIB), que, según Allianz Trade, podría decrecer a una tasa de crecimiento anualizado por debajo del 2% para 2026.
Además, Trump ha declarado su intención de expulsar entre 15 y 20 millones de personas como parte de su agenda migratoria. Este plan, que resultaría logísticamente complicado y caro, podría agravar la falta de trabajadores en sectores cruciales de la economía. En especial, los inmigrantes constituyen más del 20% de la fuerza laboral en áreas como la agricultura, la construcción y el transporte, por lo que las expulsiones masivas podrían detener el funcionamiento de estas industrias.
Una estrategia que podría fracasar en sus objetivos
Aunque Trump intenta presentarse como un protector de los trabajadores estadounidenses, los efectos de sus políticas podrían resultar contraproducentes para el desarrollo económico y la estabilidad del mercado laboral. Los especialistas coinciden en que un enfoque más equilibrado hacia la inmigración sería más ventajoso para la economía.
Aunque Trump busca posicionarse como un defensor de los trabajadores estadounidenses, las consecuencias de sus políticas podrían ser contraproducentes para el crecimiento económico y la estabilidad del mercado laboral. Los expertos coinciden en que un enfoque más equilibrado hacia la inmigración sería más beneficioso para la economía.
En lugar de fomentar una solución integral, las restricciones actuales parecen estar creando más problemas de los que resuelven. La disminución en la inmigración legal y el aumento de las deportaciones no solo podrían ralentizar el crecimiento económico, sino también incrementar los costos para las empresas y los consumidores.
La mano dura de Trump con la inmigración, lejos de ser una solución, podría convertirse en un obstáculo para el desarrollo económico y social de Estados Unidos, un país que históricamente ha dependido de la diversidad y el talento de los inmigrantes para prosperar.