El impacto de los centros de datos en el consumo de agua en la era digital

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En la actualidad, los centros de datos se han convertido en el núcleo de la infraestructura digital mundial, alimentando todo tipo de servicios desde la banca en línea hasta las herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT. Sin embargo, su crecimiento ha traído consigo una serie de desafíos, especialmente en lo que respecta al consumo de agua. Mientras el mundo digital continúa expandiéndose, la cantidad de agua requerida para enfriar estos gigantes tecnológicos plantea serias preocupaciones ambientales, sobre todo en áreas con recursos hídricos limitados.

El crecimiento de los centros de datos ha cambiado la vida en pequeños pueblos, como ocurre con Fayette, Georgia, donde habitantes como Beverly Morris han experimentado consecuencias por la edificación de estos centros. Aunque al principio Morris creyó haber hallado su morada perfecta en un área pacífica, la puesta en marcha de un centro de datos cercano modificó significativamente su calidad de vida. La operación de estos centros, que necesita grandes volúmenes de agua para que sus sistemas se mantengan a bajas temperaturas, ha hecho que los residentes perciban el efecto en sus recursos hídricos locales.

El incremento en la demanda de agua en los centros de datos

Los centros de datos no son una novedad, pero con la creciente demanda de servicios como la inteligencia artificial, estos centros están multiplicándose a un ritmo acelerado. Los datos globales indican que se están construyendo más de 10,000 centros de datos en todo el mundo, con Estados Unidos, Reino Unido y Alemania liderando la lista. Sin embargo, el auge de estos centros no está exento de controversia. El consumo de agua para mantener los servidores fríos se ha convertido en una preocupación central.

Para los centros de datos que emplean sistemas de refrigeración por evaporación, se requiere una gran cantidad de agua para disipar el calor producido por los servidores. En zonas cálidas, los centros de datos pueden usar millones de litros de agua diariamente. De acuerdo con investigaciones, se proyecta que los centros de datos que utilizan IA necesitarán entre 4.200 y 6.600 millones de metros cúbicos de agua para el año 2027. Este elevado consumo ha originado un debate sobre la sostenibilidad de esta industria respecto a los recursos naturales, principalmente el agua.

Desafíos para los residentes y el impacto en la comunidad

En regiones como Georgia, la inquietud ha aumentado debido al veloz incremento de los complejos de datos, que se benefician de las condiciones climáticas húmedas para reducir costos de refrigeración. No obstante, esta abundancia de agua ha empezado a presentar indicios de agotamiento y deterioro. Según Gordon Rogers, director ejecutivo de Flint Riverkeeper, la edificación de un centro de datos de Quality Technology Services (QTS) en un río local ha afectado a los ecosistemas circundantes. Las muestras de agua recogidas de un arroyo cercano revelaron signos de turbidez y residuos de construcción, indicando una inadecuada gestión de los recursos hídricos.

El efecto directo en los habitantes locales, quienes ya lidian con la falta de agua potable y el encarecimiento de la vida, se ha agravado a causa de la operación de estas grandes compañías tecnológicas. Aunque las corporaciones que poseen los centros de datos, tales como Meta, afirman que cumplen con las regulaciones ambientales y llevan a cabo estudios para reducir el impacto, los residentes, como Beverly Morris, perciben que estas promesas no se transforman en acciones concretas que solucionen sus problemas urgentes.

Propuestas para la sostenibilidad y el futuro de los centros de datos

A medida que las autoridades y las empresas del sector reconocen el impacto de los centros de datos en los recursos hídricos, algunas están implementando medidas para reducir su consumo de agua. Amazon Web Services (AWS), por ejemplo, ha prometido para 2030 devolver más agua a las cuencas hidrográficas de las regiones donde opera. AWS ha invertido en tecnologías para reparar fugas, captar agua de lluvia y utilizar aguas residuales tratadas para los sistemas de refrigeración. Aunque estas medidas son un paso positivo, el profesor Rajiv Garg de la Universidad de Emory destaca que, a corto plazo, el consumo de agua seguirá siendo un desafío a medida que los centros de datos continúan expandiéndose.

El crecimiento de la inteligencia artificial, que alimenta gran parte de la demanda de los centros de datos, también plantea un dilema mayor. Si bien la inteligencia artificial puede generar beneficios significativos para la economía global, también genera una creciente presión sobre los recursos naturales como el agua. Esto resalta la necesidad urgente de repensar la sostenibilidad de los sistemas de enfriamiento utilizados en estos centros y buscar soluciones innovadoras que no dependan de la extracción masiva de agua.

Un porvenir incierto para el agua y la tecnología

Con el panorama tecnológico avanzando a pasos agigantados, la clave será encontrar un equilibrio entre el progreso digital y la preservación de los recursos naturales. Los centros de datos no desaparecerán, y su necesidad solo crecerá, pero los responsables políticos y las empresas deben colaborar para garantizar que este crecimiento no comprometa el bienestar de las comunidades locales. Es imperativo que se establezcan regulaciones más estrictas y tecnologías de enfriamiento más sostenibles para evitar que los recursos hídricos se agoten en áreas ya afectadas por la escasez de agua.

La expansión de los centros de datos y su impacto en los recursos hídricos es un desafío que la industria debe enfrentar de manera urgente. Las soluciones deben ser implementadas de manera efectiva y con la colaboración de todos los sectores involucrados, para asegurar que el crecimiento tecnológico no sacrifique los recursos naturales esenciales para la vida humana.

Por Maria Fernanda Lara